Sistemas automatizados de flameado a base de agua
Procesamiento aplicable incluso en espesores muy delgados (5/10 mm dependiendo de la compactación del material), ya que la estructura del material tratado no sufre estrés mecánico o térmico.
El color no se altera como en el flamado tradicional con sus fenómenos de amarilleo.
El efecto rugoso es muy natural, homogéneo y ajustable.
No se liberan contaminantes.
La no utilización de abrasivos en el agua aumenta la vida operativa del sistema.
Además de los granitos y silicatos en general, el sistema funciona perfectamente, cuando se ajusta adecuadamente, en: aglomerados, piedras sedimentarias, mármoles cristalinos, donde revela las caras planas de los cristales de calcita, creando un particular juego de reflejos.
El flamado con agua es un tipo de tratamiento superficial que utiliza exclusivamente agua a alta presión (desde 800 bar hasta 2500 bar) sin abrasivos en piedras naturales y materiales agregados en general.
El chorro de agua a alta presión dirigido contra la superficie forma cavidades de diferentes profundidades, desintegrando preferentemente las partículas menos resistentes o los cristales en sus puntos de unión, acentuando la intensidad del color natural y la estructura granular del material.
El grado de rugosidad alcanzable depende en gran medida de la estructura/composición del material, de la presión, la velocidad de rotación, el número de boquillas, su ángulo de incidencia y la distancia desde la superficie.
Por lo tanto, se pueden obtener diferentes acabados superficiales ajustando los parámetros del sistema.
El sistema es completo y llave en mano, incluye todo lo necesario para un tratamiento completamente automatizado (Unidad HPE de alta presión, sistemas de filtrado y prefiltrado, tuberías flexibles HP, accesorios especiales, rodillos, herramientas rotativas y una cabina insonorizada).
Se puede aplicar un PC-PLC al sistema para su control: todas las funciones se monitorean constantemente con visualización y diagnóstico. El PC también se puede usar para almacenar los parámetros óptimos de trabajo según el tipo de material a tratar.
Si es necesario, también se ofrece un servicio de mantenimiento periódico programado (SAIT MPR) con control detallado de todos los componentes del sistema. Ventajas frente a otros tipos de acabado superficial.